En Chile, hace poco más de 70 años, en 1952, las mujeres adquirimos el derecho a votar al igual que los hombres. Antes de eso, las mujeres votaron en las elecciones municipales de 1935, con una muy baja participación, ya que se inscribieron sólo 76 mil mujeres a nivel nacional, que representó en esa fecha, una cifra inferior al 20 por ciento del padrón femenino.

Este año, por primera vez en nuestro país, se elegirán gobernadores regionales, encargados de administrar los recursos económicos, acorde a las necesidades de La Araucanía. Además, y entre otras responsabilidades, deberá formular políticas de desarrollo para la Región.

Necesitábamos con urgencia este paso hacia la descentralización, un cambio que se da en pleno Gobierno del Presidente Sebastián Piñera, quien ha creído en la democracia como el camino correcto para trabajar por un Chile más justo y más participativo.

El domingo 13 de junio, se abrirán nuevamente las urnas para la segunda vuelta de los gobernadores regionales, y en mi calidad de autoridad, pero sobretodo como mujer, y última gobernadora provincial, quiero relevar la importancia del voto femenino, e invitar a las mujeres a ejercer nuestro deber y derecho cívico, y empoderarse de este proceso histórico que marcará un antes y un después en nuestro país.

Durante el último tiempo, y de manera vertiginosa, las mujeres nos hemos posicionado como uno de los pilares fundamentales para el desarrollo de la sociedad, de un país y de una región. Y aunque falta mucho camino por recorrer, y sabiendo que estamos viviendo un momento de transición, reconozco con orgullo que Chile se convertirá en el primer país del mundo en crear una Constitución con paridad de género.

Hoy el Padrón Electoral Definitivo en Chile, es decir, las personas habilitadas para sufragar nos dice que el 51 por ciento corresponde a mujeres y el 49 por ciento a hombres. Somos mayoría, somos más, y este domingo 13 de junio, sólo espero que la voluntad de unos pocos no se imponga a la de muchos, y que nuestra voz, se escuche fuerte y claro.